¿Quienes somos?

Iniciativas para el diálogo es una asociación que surge del trabajo realizado por un grupo de psicoanalistas junto con otros colectivos sociales en talleres, jornadas, mesas redondas sobre problemáticas actuales como la paz, la escucha, el arte, la violencia, la mujer...

Nuestro objetivo es crear y promover dispositivos sociales y espacios de reflexión y debate que fomenten el diálogo frente a los conflictos que se generan en nuestra vida cotidiana. Con este objetivo trataremos de organizar diferentes iniciativas que pueden concretarse en conferencias, sesiones de trabajo, cursillos de divulgación, proyecciones, talleres o cualquier otra iniciativa que podamos generar, asi como poder acoger otros modos que surjan en el diálogo con otros colectivos.


Invitamos a que los interesados en este proyecto se pongan en contacto con nosotros.



domingo, 16 de mayo de 2010

Actividad en Olite-Erriberri



Iniciativas para el Diálogo
como ya habíamos anunciado, estuvo en Olite-Erriberri, llevando a cabo un ciclo de actividades titulado
"Las violencias cotidianas visibles e invisibles" 
El jueves día 22 presentamos nuestro proyecto y el programa de este ciclo. La apertura la realizaron Mariví Abaurrea, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Olite, y Enrique Pastrana, psicoanalista de “Iniciativas para el Diálogo”. Rosa Belzunegui, psicoanalista de "Iniciativas para el Diálogo", presentó la película “Los invisbles” que posteriormente intentamos proyectar. Y decimos “intentamos” porque en un descuido y por sorpresa, los duendes del cine se introdujeron en el cañón de proyección y fundieron la lámpara, o sea, que sólo pudimos ver uno de los relatos, el de Isabel Coixet en el que aborda la cuestión del Chagas en Bolivia aunque está rodada en  Barcelona, es decir una visión desde aquí de lo que ocurre allí. Al poco de comenzar el segundo relato, el de Wim Wenders, donde trata el acoso sexual en el Congo, fue el momento donde los duendes sabotearon la proyección haciéndola invisible. No dieron ninguna explicación de su acción. Sin arredrar por ello, Rosa Belzunegui nos completó en una clara exposición lo que no pudimos ver, lo que sirvió para armar un intenso y largo debate sobre las temáticas de la película: la mujer, las farmacéuticas, el racismo, la emigración... en el que se puede resaltar una cuestión que estuvo girando en torno a ¿qué podemos hacer?, lo que llevó a plantear centralmente la cuestión de la responsabilidad subjetiva en sus diferentes facetas, es decir, ¿qué tengo que ver con eso que ocurre?, en contraposición a la culpabilidad que cierra el tema en la búsqueda únicamente de culpables o autoproclamarse el individuo un poco culpable. Ahí surgió la cuestión de la educación en la actualidad y la dejación de los padres en la figura del profesor su propia responsabilidad y su propia función. Se señaló que de esta manera, en esa busca de culpabilidad, se exime también al niño de su propia responsabilidad. Un debate que quedó, como es lógico, inacabado a pesar de su extensión, pero el tiempo cronológico nos obligó a poner el límite.

(AQUÍ AUDIO de la presentación)



El viernes 23  una mesa formada por cuatro psicoanalistas: Pedro Muerza, Beatriz Reoyo,  Emilio Puchol y Regina González,  hablaron sobre las violencias cotidianas visibles e invisibles.


Pedro Muerza intervino con el tema de la violencia en la vida cotidiana. Preguntó si vivimos actualmente en una sociedad más violenta que en otros tiempos. Todo apunta a que sí. Hablando  de la violencia estructural del sujeto dijo que el hombre no es una criatura dócil, que no se priva de  ocasionar al prójimo sufrimientos, “ocasión que tiene se la clava”. No solo existe violencia corporal, visible en la calle, sino que hay una violencia  que impide el diálogo y que se produce tanto con las palabras como la falta de estas: por ejemplo la violencia del insulto: “un insulto racista es equivalente a recibir una bofetada en la cara; la herida es instantánea.” Además de referirse a otras violencias más soterradas- la de despreciar la palabra del otro, la indiferencia o la violencia del olvido de las víctimas- resaltó la del discurso capitalista en la que el otro solo es motivo para mi ganancia, para mi provecho: “Hay una violencia estructural silenciosa, permitida del discurso capitalista por ejemplo la violencia del desempleo de los jóvenes pues el paro golpea sobre todo a los menores de 25 años.”


Beatriz Reoyo bajo el título “Violencia y Mujer”, basó su exposición en el libro publicado por el Instituto de Psicoanálisis de Pamplona “La violencia sobre la mujer” y en el taller que "Iniciativas para el Diálogo" ha llevado a cabo “La mujer frente a la discriminación”. Se refirió al creciente aumento de las muertes que la violencia sobre la mujer está produciendo y que  a pesar de las medidas paliativas en el ámbito social, educativo y legal no cesan, lo que nos lleva a pensar que no bastan las buenas intenciones: “Partamos, entonces, no de las buenas intenciones sino de la pregunta freudiana. Freud interroga sobre por qué el ser humano intenta satisfacer su necesidad de agresión a expensas de su prójimo, de utilizarlo sexualmente sin su consentimiento, de apropiarse de sus bienes, de humillarlo, de infringirle sufrimientos, de martirizarlo y de matarlo”. La violencia sobre la mujer toma diferentes formas según el contexto cultural, lo que plantea ubicar la cuestión en el mundo actual, dentro del discurso del capitalismo. Hizo hincapié en la necesidad de cuidar las palabras de estas mujeres y escucharlas “sin prejuicios y sin juicios”. Además de la violencia visible sobre las mujeres maltratadas, como manifestación del odio, existe otro tipo de manifestaciones de ese odio menos visibles: el rebajamiento, que tiene la particularidad “de ser un odio dirigido al propio yo", y el fingimiento, “fingir que no pasa nada” que produce el silencio donde se instala el odio. Finalmente señaló que en el discurso del capitalismo, favorece este tipo de “amores”, en su exacerbación del individualismo y el debilitamiento del lazo social, lo que hace que la pareja sea para estas mujeres, un intento de refugio. El discurso actual, donde todo es posible, donde todo se pude tener “alcanzar la imagen ideal, lo que conlleva forzar este tipo de amores que fabrican un mito del amor como pura promesa de completud”.

Emilio Puchol y Regina González transmitieron la experiencia de los dispositivos sociales y de los talleres de "Iniciativas para el Diálogo" que nombraron como una experiencia de escucha.

 Emilio Puchol basó su exposición en la transmisión del trabajo realizado en los talleres llevados a cabo y en la metodología de estos, fundamentada en la escucha analítica: “Una escucha que habla, en la que el silencio del que escucha se convierte en parte activa, tan activa como el dicho, en cuanto que huyendo de la rápida interpretación, abre, anima y hace circular la palabra que porta la imagen visible de la carta que el que habla  nos remite y la hace susceptible de ser leída. Así decimos: “el que habla escribe, si hay lector para esa escritura”. (…) Explicó que en el taller, como grupo, se reproducen como en un microcosmos, los avatares del acontecer social. “En estas experiencias hemos podido comprobar como las diferentes voces del grupo conformaban un texto, como producto de esa polifonía aparece el texto. En ese sentido decimos que el grupo es tomado como sujeto, como hablante”. Tras señalar algunos aspectos técnicos de los talleres y comentar un fragmento de un taller, finalizó con un referencia a la crisis: “Iniciativas para el Diálogo” no elude que estamos en crisis (…) ¿qué es lo que está en crisis?: está en crisis el discurso sin límites del capitalismo y su modelo de mercado, la explotación del hombre por el hombre, la avaricia sin límite, la destrucción del planeta por el beneficio rápido, lo insoportable de demasiado consumo, demasiada basura”.


Regina González habló de la violencia política como  otra forma de las violencias cotidianas,  a través del relato de una experiencia de taller que se realizó en Uharte  bajo el título “Violencia política y conflicto vasco”. Comento que el objetivo de este taller no era el de buscar “una solución al conflicto  vasco” sino  pensar  formas de contribuir desde lo cotidiano que posibiliten una convivencia pacífica, menos violenta con los otros.

Cuando hay un conflicto que perdura en el tiempo, la tendencia inmediata es a la “normalización” pública. Generalmente se tiende a normalizar, a vivir como si no pasara nada.
Regina planteó que las actitudes de pasividad e indiferencia tambien son formas de ejercicio de la violencia. Frente a estas actitudes se plantea en el taller la posibilidad de sustituir el término “normalización pública” por Normalización poética, como creación, invención de  formas  que rompan con las expresiones habituales de hacer en la convivencia con los otros y que llevan a la inoperancia. Detalló igualmente una serie de fenómenos imaginarios que  fueron surgiendo en el taller,  producto de la misma  estructura de los grupos: la desconfianza en el otro, la facilidad para caer en las oposiciones que conduce a la impotencia del pensamiento, la tendencia de los grupos a buscar un líder que diga lo que hay que hacer, la dificultad de escuchar o la pasión por la acción  que imposibilita la invención, dijo, son  algunos de los obstáculos que  es necesario ir resolviendo, en la medida que surgen, para que el trabajo no se detenga. Por último señaló que para trabajar, para dialogar con otros, es necesario que haya un consentimiento subjetivo: estar dispuesto a modificar posiciones, a que advenga lo nuevo, a preguntarse, y  no todo el que empieza un taller  está en ese tiempo, produciéndose algunos  abandonos. Es la dificultad, dijo, que supone la convivencia y el diálogo con otros.

Como en la jornada anterior, el debate se caracterizó por su intensidad participativa.













2 comentarios :

  1. enhorabuena por el trabajo y por la difusión que le estais dando. Un abrazo, Jorge Ríos

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena y adelante con las Iniciativas para el Diálogo. Nos permiten a todos los que las compartimos participar en un macro-diálogo y lllevar a nuestras relidades locales fórmulas interesantes de "hacer en - y con- lo social" .Un abrazo,Jorge Ríos.

    ResponderEliminar