¿Quienes somos?

Iniciativas para el diálogo es una asociación que surge del trabajo realizado por un grupo de psicoanalistas junto con otros colectivos sociales en talleres, jornadas, mesas redondas sobre problemáticas actuales como la paz, la escucha, el arte, la violencia, la mujer...

Nuestro objetivo es crear y promover dispositivos sociales y espacios de reflexión y debate que fomenten el diálogo frente a los conflictos que se generan en nuestra vida cotidiana. Con este objetivo trataremos de organizar diferentes iniciativas que pueden concretarse en conferencias, sesiones de trabajo, cursillos de divulgación, proyecciones, talleres o cualquier otra iniciativa que podamos generar, asi como poder acoger otros modos que surjan en el diálogo con otros colectivos.


Invitamos a que los interesados en este proyecto se pongan en contacto con nosotros.



viernes, 11 de enero de 2013

La casa, más que un derecho





Pedro Muerza Chocarro es psicoanalista del Instituto de Psicoanálisis de Pamplona y miembro de la Escuela Abierta de Psicoanálisis  y de Iniciativas para el Diálogo.

Una de las características del discurso capitalista en el que vivimos es que deja de lado las cosas del amor. ¿Qué quiere decir eso? Muy sencillamente que, si no hay amor en cualquiera de sus gradaciones, entonces el semejante, el otro, sólo me sirve para  provecho propio de tal manera que cuando ya no puedo sacar ningún beneficio de él, lo expulso de mi vida con un “ahí te quedas”.

Además de los grandes desequilibrios económicos conocidos, el discurso capitalista ejerce una presión sobre los ciudadanos a quedarse encerrados en casa con los objetos técnicos: televisión, ordenador, etc.; dedícate a tus asuntos y olvida a los otros” aparece como un imperativo difícil de desobedecer produciendo la ruptura del vínculo social con sus efectos en las relaciones personales que se convierten  en efímeras y acaban llevando al aislamiento, a la tristeza y al silencio.

Ante este panorama tan crudo y desolador, el único consuelo es comprobar  que la solidaridad se recupera y desarrolla en las familias, que sus vínculos se refuerzan de nuevo al tener que hacer frente a situaciones de gran desprotección, como está ocurriendo diariamente con los desahucios.

Si nos sentimos indignados ante los desahucios es porque constatamos que dejar a alguien sin casa es una brutalidad, es una manera despótica del “ahí te quedas”, ya te saqué lo que quería  y como ya no me sirves: ¡fuera! (+Leer más)